El alcohol presente en un vino surge de la transformación que las levaduras, especialmente la Saccharomyces cerevisiae, llevan a cabo sobre el azúcar presente en las uvas. Por consiguiente, si las uvas contienen más azúcar, el vino resultante tendrá un mayor contenido de alcohol, especialmente si se trata de un vino seco, es decir, sin azúcares residuales, ya que las levaduras consumen todo el azúcar presente en el jugo de la uva.
En Francia, la normativa es muy específica en cuanto al nivel de alcohol del vino. Este debe oscilar entre un mínimo de 8° (aunque puede variar dependiendo de las zonas de producción) y un máximo de 20°. En contraste, en otros países europeos como Italia, las reglas pueden diferir, como en el caso del Moscato d’Asti, que puede contener hasta un 5% de alcohol.
El grado alcohólico es una información obligatoria que debe figurar en la etiqueta de la botella, con una tolerancia de error de medio grado como máximo.
Los diferentes grados de alcohol en el vino
El contenido de alcohol en un vino puede variar dependiendo de factores como el tipo de uva utilizada, el país o región de donde proviene y el método de elaboración empleado. Por ejemplo, un vino con un 11% de alcohol probablemente se originará en un clima más fresco, mientras que aquellos con un 13.5% o más probablemente provendrán de regiones más cálidas y soleadas.
Generalmente, los vinos tintos tienden a tener un mayor contenido de alcohol, siendo los Shiraz y Zinfandel australianos los más destacados en este aspecto. Estos vinos, también conocidos como Primitivo en Italia, suelen tener un contenido de alcohol especialmente alto, alcanzando entre un 14% y un 15%.
Los vinos que superan el 15% de alcohol son considerados marginales, ya que las levaduras utilizadas en la fermentación tienen dificultades para trabajar en ambientes con niveles tan elevados de alcohol. Además, en algunos mercados, hay una penalización fiscal considerable para estos vinos.
Es físicamente imposible obtener una bebida con un contenido alcohólico superior al 18% mediante fermentación sola. Cualquier bebida que supere este límite ha sido producida mediante destilación o maceración. Los vinos generosos, como el Oporto, Banyuls y Rivesaltes, a menudo contienen más del 16% de alcohol porque se detiene la fermentación agregando un poco de alcohol neutro, lo que mata la levadura, conserva el azúcar sin fermentar y aumenta ligeramente el nivel de alcohol.
¿Demasiado alcohol es sinónimo de mal vino?
La cantidad de alcohol en un vino es relevante, pero lo que realmente importa es su equilibrio. Algunos consideran que el grado de alcohol es crucial al momento de seleccionar un vino, preocupándose por optar por aquellos con una graduación de 14 o 15%, temiendo un sabor demasiado intenso. Además, existe la inquietud sobre posibles repercusiones legales. Sin embargo, lo fundamental radica en el equilibrio del vino.
El objetivo del enólogo es lograr un vino que armonice adecuadamente el alcohol, la acidez y los taninos, especialmente en el caso de los tintos, ya que estos tres elementos son fundamentales. Si alguno de ellos destaca demasiado, el resultado será un vino desequilibrado y, por ende, poco agradable. Es posible que un vino bien elaborado con una alta graduación alcohólica no transmita una sensación abrumadora de alcohol (lo que, en última instancia, puede llevar a consumir menos). En el caso de los vinos blancos, el equilibrio se centra en la acidez y el alcohol.
¿Cuál es el vino más fuerte del mercado?
Actualmente el vino con mayor tasa de alcohol es el Grand Constance. El mismo destaca por ser el vino más fuerte del mercado, aunque como puedes imaginar, el nivel de ventas no es demasiado alto. Eso se debe a que son pocos los consumidores que se atreven a tomar un vino con una alta graduación. No solo porque se da por hecho de que no pueden llevar el coche, sino porque es muy fácil emborracharse. Por ese motivo, son muchas las personas que suelen optar por vinos con graduación inferior.
Si quieres comprar vino online de alta graduación, en La Cave Gillet podrás encontrar una amplia variedad de vinos entre los que elegir. Es verdad que para disfrutar de una buena experiencia con el vino lo mejor que se puede hacer es optar por un vino equilibrado, pero si aun así quieres un vino con una alta graduación, también los podrás comprar.
Por ejemplo, si quieres un vino con una graduación superior al 15%, puedes optar por vinos como Amarone de la Valpolicella, Bobal, Amarone o Petite Sirah entre otros. Teniendo en cuenta la opinión de los expertos, estos vinos pueden tener un buen sabor en boca, gracias a que son equilibrados. Lo que es cierto es que hay pocos vinos con alta graduación que son equilibrados. Lo que sí debes saber es que no debes cometer el error de mezclar con gaseosa. Algunas personas lo hacen para conseguir reducir su potencial, pero es un error. Cuando se mezcla, lo que realmente se hace es perder buena parte del sabor y propiedades del vino. Por ese motivo, en la medida de lo posible deberás evitar mezclarlo.
Si tienes claro que no eres capaz de soportar un vino con una graduación muy alta, entonces lo mejor que puedes hacer es optar por un vino más ligero. Como podrás comprobar en el catálogo de vinos de La Cave Gillet, hay muchas opciones entre las que elegir.
Si realmente quieres disfrutar de una experiencia positiva, puede ser una buena opción que apuestes por mirar los vinos más vendidos. Así podrás disfrutar de vinos de alta calidad. Al final, lo importante no es la tasa de alcohol, sino el equilibrio. Otra opción puede ser mirar el apartado de novedades o mejor valorados.
Lo que debes tener claro es que un vino más fuerte no siempre es sinónimo de más calidad. En muchas ocasiones, los vinos con graduación media son la mejor opción a la hora de conseguir disfrutar de una buena experiencia. Sin lugar a dudas, se suele recomendar probar diferentes vinos para encontrar la variedad que mejor encaja con tus gustos.