En el corazón del arte fallero valenciano, el nombre de Carlos Borràs ha resonado con fuerza en 2025. Lo que parecía una pieza más en el extenso universo de las Fallas se transformó en un fenómeno global: un busto gigante del Joker, con 7 metros de altura, plantado como parte de una falla grande, ha superado los 20 millones de visitas en Instagram a través de diferentes reels y publicaciones virales. Sin polémicas, sin estrategias agresivas: solo arte, emoción y conexión directa con el público.
Este hito no es casual. Carlos Borràs, reconocido artista fallero con más de 20 años de trayectoria, ha sabido combinar tradición y vanguardia. Su obra, creada en uno de los años más complejos para el sector —tras la devastadora DANA que afectó a muchos talleres en Valencia—, no solo logró completarse a tiempo, sino que además consiguió algo aún más difícil: emocionar al mundo.
Una figura viral que dio la vuelta al mundo
La figura del Joker fue mucho más que un remate. Representaba una apuesta personal, una forma de canalizar la tensión acumulada tras meses de reconstrucción y esfuerzo. En un momento donde muchos talleres aún sufrían las secuelas del desastre natural, Carlos Borràs decidió continuar, plantar, y compartir el proceso con sus seguidores.
Gracias a su comunidad online —más de 150.000 seguidores en Instagram y otros 140.000 en YouTube—, el busto del Joker se convirtió en un símbolo. Usuarios de países como México, Colombia, Estados Unidos o Argentina comenzaron a compartir la imagen, comentarla y viralizarla. En pocos días, la obra había superado los 10 millones de visualizaciones. Hoy, la cifra ha duplicado ese impacto.
El arte fallero, amplificado por las redes
Este fenómeno marca un antes y un después en la forma en que el arte fallero puede llegar al mundo. Por primera vez, una figura plantada en una falla grande trasciende las calles de Valencia y se convierte en un ícono global. La calidad artística, el carisma del personaje y el enfoque comunicativo de Carlos Borràs han sido claves para ello.
Como artista fallero, Carlos ha entendido que la nueva era requiere no solo manos hábiles, sino también visión digital. Sus vídeos, muchos con millones de visitas, documentan desde el proceso hasta el resultado final. En ellos, el espectador descubre no solo la ejecución, sino también la dedicación, la emoción y el alma que hay detrás de cada creación.
Reconocimiento internacional… y nuevas metas
Mientras algunos artistas luchan por mantener viva la tradición, Carlos Borràs ha logrado actualizarla sin traicionarla. La figura viral del Joker no solo ha llevado las Fallas a un nuevo público, sino que ha reforzado el valor artístico de una fiesta que a veces se olvida de lo más importante: la obra y su creador.
Hoy, Carlos Borràs trabaja en nuevos proyectos desde su taller en Valencia, incluido el desarrollo del movimiento NeoFallas, una reinterpretación contemporánea de las fallas tradicionales que apuesta por la sostenibilidad, la permanencia y la belleza como pilares fundamentales.
El arte fallero ha cruzado fronteras, y lo ha hecho a través del trabajo silencioso, constante y apasionado de un artista que no se rinde. Lo que comenzó como una figura plantada en una falla grande es ahora una referencia mundial del arte escultórico efímero.