Hay que ser realistas y reconocer que, tal como está la vida, no es fácil ahorrar cobrando 1.000 euros, pero también es cierto que es posible si te lo propones y dedicas tiempo a organizar tu economía doméstica.
Determinados gastos fijos son prácticamente imposibles de reducir, pero hay otros en los que sí puedes arañar unos euros con los que, poco a poco, hacer una hucha que te dé tranquilidad frente a imprevistos. Algunos métodos proponen fórmulas para repartir tus ingresos en distintos apartados y lograr así que quede algo de sueldo para el ahorro. También tienes pequeños gestos que resultan eficaces a la hora de estirar el dinero disponible. Aunque te parezca misión imposible, descubre cómo ahorrar ganando 1.000 euros.
Reorganiza tus cifras: los métodos más conocidos de ahorro
El primer paso para ahorrar es tener claro en qué te gastas el dinero. Márcate como objetivo apuntar todos los gastos durante un mes (mejor un trimestre). Habrá pagos fijos, como un alquiler o hipoteca, los suministros y una cantidad media mensual en comida. ¿Qué más?… apunta lo que gastas en moda y complementos, en artículos de higiene, en ocio, en transporte…Puedes hacerlo en una hoja Excel, a través de una aplicación o en una agenda, pero esta sencilla práctica te dará una idea real de tu economía y de dónde puedes recortar gastos.
En realidad, este pequeño ejercicio, para ver más claro el estado de tus finanzas y qué puedes hacer para mejorarlo, es lo que se conoce como método Kakebo, creado por la periodista japonesa Hani Motoko en 1904, aunque es un sistema que, probablemente, ya utilizaba tu abuelo cuando quería ahorrar para comprar una lavadora, un coche o un piso.
Hay otros métodos, más o menos populares, que pueden dar resultado si no sabes cómo empezar a ahorrar cobrando 1000 euros. Uno de los más conocidos es el llamado método de los sobres, que consiste en, una vez analizados tus gastos, separar el dinero que cobres a primeros de mes en distintos apartados o sobres (físicos o casillas de un Excel), determinando las cantidades exactas que vas a destinar a cada capítulo: gastos de casa, comida, ropa, ocio… dejando en un sobre una cantidad, más o menos generosa, destinada al ahorro.
“Saber exactamente en qué se te va el dinero es el primer paso para ahorrar reduciendo los gastos”
La idea está bien, el problema es que tienes que ceñirte a esas cantidades sin ‘tirar’ del sobre del ahorro. Algo similar ocurre con el método de Harv Eker (millonario) que establece una división básica de los ingresos en distintos porcentajes, que oscilan entre el 50% para los gastos prioritarios y el 10% para el ahorro. Además, señala otros cuatro capítulos: 10% para inversiones, 10% para educación y formación (dos gastos que, se supone, se traducirán en futuros beneficios), 10% para el ocio y 10% para donaciones.
La idea tradicional de abrir una cuenta de ahorro, en la que te comprometas a ingresar una cantidad mensual, aunque sea pequeña, sigue siendo un método simple pero efectivo.
¿De dónde ahorrar ganando 1.000 euros?
Puede que alguno de estos métodos te resulte útil a la larga para conseguir equilibrar la economía, pero otra opción, a la hora de plantearte ahorrar, puede ser, una vez hecho tu análisis de gastos, dedicar el tiempo necesario a averiguar cuáles es posible reducir. Entre los gastos más elevados, que cualquier economía casera tiene que soportar, y en los que tal vez puedas ahorrar, destacan:
Productos bancarios y seguros
Para empezar a ahorrar si ganas 1.000 euros no está de más comprobar las condiciones en las que tienes tu hipoteca, tus cuentas bancarias o tus tarjetas, porque puede que parte de tu dinero se esté yendo en comisiones por servicios que no utilizas, ya que casi todo lo haces a través de la banca digital. Además, puede que, sin saberlo, estés en posición de solicitar una revisión de tipos de interés o del seguro que pagas por tener una hipoteca (a medida que ésta disminuye, la prima también debería hacerlo).
Lo mismo puede pasar con el resto de tus seguros en los que, quizá, puedas recortar alguna cobertura no indispensable logrando así un pequeño ahorro (todo suma)
Suministros, en especial luz y gas
Sabemos que la energía está por las nubes y que se ha convertido en un gasto no siempre fácil de asumir. Para empezar, revisa tus tarifas, compara con otros proveedores y cámbiate si te ofrecen mejores condiciones.
Además, son muchos los pequeños gestos que puedes hacer para reducir tu factura. Adecuar la potencia contratada al uso real, optar por electrodomésticos eficientes, vigilar la climatización del hogar manteniendo un temperatura media y estable para que el gasto en calefacción no se dispare, utilizar bombillas de bajo consumo o apagar completamente los aparatos eléctricos cuando no los estés utilizando, en lugar de dejarlos en stand – by son solo algunos de ellos. Por supuesto, puedes hacer lo mismo vigilando otros suministros como el agua de la que siempre debe hacerse un uso responsable.
Telefonía
Seguro que en ese análisis que has hecho sobre tus gastos en relación a tus ingresos el capítulo comunicaciones ocupa un lugar destacado. Aunque resulte complejo, infórmate bien de qué tarifa es la que te conviene según el uso que des a móviles, ordenadores, tablets o televisiones.
Por suerte, ahora las ofertas que proponen las distintas compañías son muy variadas y se adaptan casi a cada necesidad. Asegúrate de que no estás pagando de más.
Alimentación
Es otro de los capítulos donde más dinero se puede llegar a ir y controlar el gasto en alimentación es esencial para lograr ahorrar. En primer lugar, ten claro que comer fuera siempre es más caro que hacerlo en casa y esas comidas o cenas fuera han de ser muy esporádicas si quieres que tus 1.000 euros cundan más.
Para que tu compra sea más efectiva y logres no gastar demasiado, planifica tus menús, haz una lista y adquiere solo aquellos productos alimenticios que necesites estableciendo un estudiado gasto semanal.
Por supuesto, donde compres también va a determinar tus posibilidades de ahorro. Tal como señala la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), según el supermercado que elijas puedes llegar a ahorrar más de 1.000 euros al año solo en la cesta de la compra. Todo sin olvidar el ahorro que pueden suponer las marcas blancas, los comercios de proximidad o las ofertas y cupones descuento. Con lo que cuesta la comida, la cocina de aprovechamiento debe ser norma.
Ideas prácticas para ahorrar si ganas 1.000 euros
Además de estos gastos más o menos fijos a los que tiene que hacer frente cualquier economía personal o familiar hay muchos otros que puedes lograr que te salgan más baratos con algunas prácticas medidas sencillas de llevar a cabo, como ejemplos:
- Ahorro en combustible. Tal como está la gasolina y el gasoil, tal vez debas volver al transporte público preferentemente con abono transporte o similar. ¿Otra opción? Compartir vehículo con familiares, amigos o compañeros de trabajo puede ayudarte a reducir el gasto en este importante capítulo.
- Segunda mano. No es solo una excelente medida de ahorro sino también un acto responsable con tu entorno y con el medio ambiente. Ropa, complementos, libros, juguetes… hay un sinfín de objetos que pueden aprovecharse. Tienes aplicaciones para comprarlos y también para vender los que no necesitas. Los mercadillos son también una excelente opción para encontrar chollos con los que renovar tu vestuario por poco dinero.
- Comparadores. En Internet puedes encontrar comparadores de casi todo: hipotecas, seguros, coches, tecnología, vuelos, tarifas de luz o de telefonía… a la hora de comprar un artículo determinado o de contratar un servicio, recurre a ellos.
- Suscripciones o servicios que no utilizas. Si quieres ahorrar, suprime todo aquello que no te resulte útil o interesante. Puede que estés suscrito a una publicación que nunca tienes tiempo de leer, que estés apuntado a un gimnasio al que nunca vas (aunque intestes convencerte de que a la próxima sesión irás) o que dispongas de un sinfín de canales de televisión que no ves, en estos casos, opta por lo práctico y reduce esos gastos que te reportan muy poco.
- Ocio gratis. Si se te va mucho dinero en actividades que tienen un coste, párate a pensar en la cantidad de opciones que tienes a tu alcance y que valen nada o muy poco. Pasar una divertida jornada al aire libre (campo o playa), ir a un parque o jardín urbano, visitar exposiciones gratuitas, salir a correr, hacer senderismo, montar un picnic, o participar en la oferta cultural, deportiva y de ocio que ofrecen los distintos ayuntamientos son una pequeña muestra de que puedes pasarlo muy bien sin gastar de más y ahorrando aunque ganes 1.000 euros.