Con los precios de la vivienda tan altos, son muchas las personas que se preguntan si pueden poner una caseta de obra en su terreno. No siempre tiene porque ser para vivir, también se puede instalar para otros fines. 

Si te estás haciendo esta pregunta, estás en el lugar indicado. Vamos a dar respuesta a las preguntas más comunes para que puedas tener la información que buscas con facilidad. 

¿Qué tipos de suelos hay? 

Es importante que sepas que no todos los suelos son iguales. Lo primero que deberás tener claro es qué tipo de terreno es el que tienes en propiedad. Te vamos a mostrar los principales tipos para que los puedas conocer:  

Suelo urbano: son los suelos más valorados porque cuentan con los permisos y condiciones para poder construir sin ningún tipo de problema. Son los más caros y los más valorados. 

Suelo urbanizable: es el tipo de terreno que cuenta con las condiciones propias para obtener sin demasiados problemas la calificación de suelo urbano. Para poderse construir en ese tipo de suelo previamente hay que recibir un plan de reparcelación. 

Suelo no urbanizable: también conocido como suelo rústico. Se refiere a aquellos terrenos que, por diversas razones, no se pueden urbanizar ni destinar a la construcción de viviendas. Generalmente, esta restricción se debe a factores como la ubicación del terreno, las normas de protección medioambiental u otras razones específicas que impiden su desarrollo. Existen dos categorías principales dentro del suelo rústico, rústico normal y protegido.  

¿Puedo poner una caseta de obra en un terreno rústico? 

Seguramente estés aquí porque tienes un suelo rústico y quieres saber si puedes construir y sobre todo poner una caseta de obra en el terreno.  

Al revisar la normativa vigente, se puede observar que existen excepciones que permiten obtener permisos para construir una caseta en una finca rústica, siempre y cuando se cumplan ciertas condiciones específicas. Es fundamental seguir estas normativas al pie de la letra para evitar sanciones severas, que pueden incluir la demolición de la construcción. Normalmente, el tipo de caseta permitida en estos terrenos es lo que se conoce como “casa de aperos”, término que utilizaremos de aquí en adelante. 

Es importante destacar que, en la mayoría de las comunidades autónomas, se permite la rehabilitación de construcciones existentes en la finca. Esto significa que si ya tienes ruinas de una construcción antigua en tu terreno, puedes restaurarla para que recupere su estado original. 

¿Qué es una casa de aperos?  

Se puede definir como la construcción que se levanta en un terreno rústico y que tiene la función de guardar cosas. En este caso sí que se puede poner una caseta de obra, pero recordando que no se puede usar como algo residencial.  

Esta construcción es completamente legal y representa el único tipo de caseta de obra permitida en una finca no urbanizable. Tiene una regulación específica que define claramente el tamaño, la forma y los materiales que se pueden usar. Aunque cumplir con estas normativas es una decisión tuya, es importante que sepas que no hacerlo podría ponerte en una situación de ilegalidad, lo que conlleva sanciones económicas significativas. 

¿Cómo debería ser una caseta de obra? 

Es importante conocer las limitaciones de la caseta de obra si decides instalarla en el terreno rústico. Con la ayuda de Algeco podrás encontrar las casetas prefabricadas que buscas para instalar en tu terreno. Solo deberás elegir la opción que encaja con lo que buscas y la ley. 

Para la construcción de este tipo de edificaciones, suelen establecerse los siguientes requisitos: 

Primero, no se permite que tengan uso residencial. Esto significa que no se puede utilizar de manera fija ni ocasional como vivienda. Tampoco es posible empadronarse en una de estas construcciones ni establecer allí el domicilio habitual. 

Además, la construcción debe estar justificada en función del uso específico del terreno. Es decir, la edificación debe estar alineada con el propósito para el cual se destina el terreno en cuestión. 

En cuanto a los materiales, la forma y la apariencia estética de la construcción, deben estar en sintonía con el entorno rural y el paisaje natural circundante. Cada ayuntamiento establece normas concretas para garantizar esta armonía. 

Por último, las dimensiones de la caseta de obra no deben exceder, generalmente, de entre 10 y 20 metros cuadrados. Aunque la altura puede variar, no está permitido construir más de dos plantas. 

Ahora bien, si quieres tener la certeza de que vas a poder poner la caseta de obra en tu terreno sin problemas, solo tendrás que consultar las leyes y normativas del municipio en el cual se encuentre el terreno. Ahora solo tienes que informarte y darte cuenta de si realmente puedes o no ponerla en tu finca.  

¿Qué documentación es necesaria? 

La licencia municipal es necesaria, pero también se necesitan otros documentos como nos comentan los expertos de Algeco. Entre otras cosas se debe contar con planos y la memoria de construcción. De esa manera se tiene información de las memorias para dar de alta la instalación. Incluso si la instalación de la caseta es de uso simple, es necesario.  

También es necesario firmar la instancia del ayuntamiento, a la vez que se incluye la referencia catastral de la parcela. Eso sí, debes recordar que los requisitos no son iguales en todas las fincas.  

Cuando tu caseta necesita suministros como electricidad y agua corriente, es fundamental que te encargues de tramitar las altas con las compañías que los proveen. Aunque no se trate de un permiso en sí mismo, asegurar que estos suministros estén legalmente activados es muy importante. Esto no solo garantiza que la caseta funcione correctamente, sino que también previene posibles inconvenientes legales en caso de que haya inspecciones en el futuro.