Desde que el mundo existe son muchas las personas que han tratado de descubrir el fascinante proceso que hay detrás de los fenómenos más esenciales de la naturaleza. Con el tiempo se les empezó a llamar científicos a estos investigadores y sus labores han contribuido fundamentalmente para que tengamos todos los avances de los que gozamos hoy en día. 

Si quieres saber más de estos hombres y mujeres dedicados al mundo del conocimiento, sigue leyendo este artículo. A continuación te mostraremos más sobre la vida de los 10 científicos más importantes de la historia.

Albert Einstein 

El famosísimo físico alemán del cabello erizado es una de las referencias más evocadas cuando se habla de grandes científicos. Einstein nació en Um, pero tan solo un año después de su nacimiento se trasladaría con su familia a Múnich, en donde viviría hasta los 15 años. 

Con 17 años estudió matemáticas y física en la Escuela Politécnica de Zúrich, en Suiza. Empezó a trabajar en la Oficina Federal de Propiedad Intelectual de Suiza y estaría allí hasta los 30 años a la par que compaginaba sus investigaciones científicas en el área de la física. 

Ya en 1905 empezaría a ser reconocido en el campo de la ciencia al serle publicados cuatro de sus artículos sobre efecto fotoeléctrico, el movimiento browniano, la teoría de la relatividad espacial y la equivalencia masa energía. El primero de estos artículos le hizo merecedor del Premio Nobel de Física en el año 1921, mientras el segundo y el tercero consagraron su carera para la posteridad. 

También ejercería como profesor en universidades de Berna, Praga y Berlín, en esta última ciudad viviría hasta la toma del poder por parte del régimen Nazi. Con llegada de Hitler al poder, Einstein se trasladó hasta los Estados Unidos en donde obtendría la nacionalidad e impartiría clases en el Instituto de Estudios Avanzados de Princeton.

Marie Curie

Para muchos, Marie Curie es considerada como la mujer científica más prominente de la historia, esto gracias a sus revolucionarios descubrimientos relacionados con la radioactividad, así como el descubrimiento del polonio y el radio. Además, fue la primera mujer en ejercer como docente en la Universidad de París.  

También fue la primera persona en la historia en recibir dos Premios Nobel en distintas especialidades. Recibió el de física en 1903 y el de química en 1911. Sus propios experimentos lamentablemente desmejoraron su salud, de hecho, se presume que su muerte por anemia aplástica fue producto de su exposición a elementos radioactivos. 

Estuvo casada con el también científico Pierre Curie de quien adoptaría el apellido. Curiosamente, la hija de la pareja, Irene Joliot Curie, también fue galardonada con el Premio Nobel en Química.

El legado que dejó Curie a las generaciones venideras fue más allá de lo científico: su vida fue un ejemplo de verdadera perseverancia en una época en donde las mujeres eran generalmente marginadas en el campo académico y de investigación, por lo que se considera que sus trabajos abrieron puertas para muchas de sus colegas en el futuro. 

Charles Darwin 

Sin lugar a dudas, la biología moderna tiene su base más extensa en los estudios de Charles Darwin. Este naturalista inglés es el autor de uno de las obras científicas más importantes hasta la fecha, “El origen de las especies”. Es en este documento donde se asientan los argumentos principales de la evolución y la selección natural. 

Charles Robert Darwin nació en el seno de una familia de científicos, por lo que su pasión por las ciencias naturales desde su más tierna edad no es de extrañar. Desde niño solía coleccionar conchas, minerales y hasta animales a los que se dedicaba a estudiar con mucho detenimiento. 

Con solo 22 años, Darwin zarpó en un navío llamado “Beagle” con intenciones de trabajar como naturalista durante una expedición. El viaje recorrería América del Sur, las Galápagos, Cabo Verde, Nueva Zelanda, Tahití, Australia y Sudáfrica. En cada destino Darwin estudiaba a detalle las plantas y animales y estableció sus semejanzas y diferencias. 

Gracias a estos estudios, Darwin se dio cuenta de cómo se adaptaban las especies al entorno al que pertenecían y desarrollaban características en torno a sus necesidades. El trabajo de este científico significó una verdadera revolución en el mundo científico de la época, al punto que hoy se la denomina a Darwin como “el padre de la biología”.   

Arquímedes 

Los descubrimientos de Arquímedes de Siracusa tienen aún más relevancia si tomamos en cuenta la época y el contexto histórico en el que vivió. Sus investigaciones fueron tan importantes para el desarrollo de la ciencia moderna que es considerado como uno de los genios más grandes de la antigüedad clásica. 

Además de físico, Arquímedes también fue ingeniero, inventor y astrónomo. No obstante, su labor en general se desempeñó en el área de las matemáticas, campo en el que destacó mucho más que cualquiera de sus predecesores. Un dato curioso es que lamentablemente muchos de sus escritos y proyectos no pudieron concluirse. 

Entre sus más grandes aportes al mundo científico se cuentan: el establecimiento de los principios fundamentales de la mecánica basado en procesos geométricos, la formulación de sistemas para cifrar números muy grandes. Además, creo el Tornillo de Arquímedes, una máquina que servía para bombear agua y otros fluidos. 

Aunque no es un dato comprobado, también se piensa que Arquímedes produjo el primer antecedente de lo que podríamos llamar un computador analógico. Sus observaciones son elementales hoy en día para el estudio de diversos tipos de ingeniería. 

Isaac Newton 

Nació el 25 de diciembre de 1643 y para muchos de sus colegas en la actualidad es catalogado como el más brillante científico de toda la historia. Y es que su legado es uno de los más extensos y difundidos al punto de que muchos de los principios que estableció continúan siendo motivos de extensos estudios en el área. 

Fue matemático, físico, inventor y hasta teólogo y alquimista. Su obra más reconocida fue “Principios matemáticos de la filosofía natural” en donde a lo largo de 3 libros se habla de cálculo matemático, mecánica y se formulan sus tres famosas leyes del movimiento. 

También formuló la ley de gravitación universal, principio en el que se detalla la interacción gravitatoria entre distintos cuerpos con masa. Otros de sus trabajos también significaron valiosos aportes en el campo de la óptica, la fuerza centrífuga, la fuerza centrípeta y la variación en las mareas a causa de las fuerzas gravitatorias. 

Newton asentó las bases para que muchos de los científicos modernos comprendieran más a profundidad los procesos físicos que producen los fenómenos de la vida cotidiana. En cuanto a su personalidad, este científico era un hombre muy retraído con una personalidad introvertida, pero que sin dudas escondía un genio excepcional. 

Galileo Galilei 

Este italiano oriundo de Pisa, es una de las figuras más prominentes de la Revolución Científica que se llevó a cabo durante el Renacimiento. Sus conocimientos aportaron grandes avances en campos como la astronomía, matemáticas, física y filosofía. También fue un gran entusiasta de las artes y se interesó en la pintura y en la música. 

Asimismo se le adjudica la invención del telescopio, así como otros descubrimientos como el de los planetas Saturno, Júpiter y cuatro de sus lunas. Estudió Venus, las manchas solares e hizo diversas observaciones de la luna, dejando de este modo precedentes aún vigentes en la astronomía moderna. 

Sin dudas su vida y obra también son conocidas por los enfrentamientos que sostuvo con la iglesia católica, en los que defendió las tesis de Copérnico en su obra “Sobre las revoluciones de los orbes celestes”. Incluso fue condenado a muerte por la dirección eclesiástica del momento. 

Por suerte, los estudios de Galileo trascendieron por siglos dejándonos un maravilloso legado científico hasta hoy. Este era un hombre sumamente polifacético, cuya fuerza de voluntad y convicción sirven de ejemplo, no solo para la comunidad de las ciencias, sino para todas las personas. 

Stephen Hawking

Nacido en Oxford, Inglaterra, Stephen Hawking demostró desde muy joven sus aptitudes para las ciencias. Durante su época como estudiante desarrolló una vocación notable hacia las matemáticas, carrera que prosiguió a pesar de que su padre quiso persuadirlo a estudiar medicina.

Con tan solo 22 años se graduó con honores en física e inmediatamente ingresó en el Trinity Hall de Cambridge en miras de obtener su título de doctorado, el cual vendría cuatro años después. Fue durante esta misma época cuando empezó a manifestar los primeros síntomas de la esclerosis lateral amiotrófica, enfermedad que lo marcaría por el resto de su vida. 

A Stephen Hawking le debemos muchas de las formulaciones modernas sobre el origen del universo, así como muchos aportes relacionados con fenómenos espaciales como los hoyos negros y grandes avances en el área de la relatividad. Por estas razones es considerado como el más grande científico moderno. 

Hawking murió en 2018 con 76 años de edad. A pesar de que al ser diagnosticado con la esclerosis se le dieron únicamente unos años más de vida, este gran científico logró sobrellevar la enfermedad con una gran fuerza de voluntad que lo hicieron ejemplo para las generaciones venideras.

Nicolás Copérnico 

El considerado “padre de la astronomía” nació en la Prusia Real y aportó grandes descubrimientos sobre los movimientos planetarios. Como curiosidad hay que destacar que tenía un título en derecho canónico, además de ser médico, traductor, diplomático, gobernador y economista ¡un personaje verdaderamente polifacético! 

Su obra más importante fue “Sobre las revoluciones de los orbes celestes”, la cual revolucionó el campo de la ciencia durante su época y que, como ya mencionamos, Galileo defendió empedernidamente. En este trabajo demostró que los astros giran alrededor del sol, desmontando la creencia popular que adjudicaba a la tierra como el centro del universo. 

Esta obra fue publicada luego de 25 años de cuantiosos estudios basados en las observaciones del astrónomo clásico Ptolomeo 15 siglos antes. Copérnico documentó que aunque el universo era sumamente extenso, era finito y que ocho cuerpos giraban alrededor de nuestro sol. 

Dmitri Mendeléyev 

Gracias a este científico ruso tenemos a nuestra disposición cada uno de los elementos químicos debidamente clasificados. Esta sistematización que Mendeléyev llevó a cabo se basó en las propiedades químicas y físicas de las sustancias simples y que estaban compuestas de elementos químicos descubiertos en ese entonces. 

La tabla periódica, tal y como la conocemos con sus líneas, columnas y casillas es parte del legado de reconocido químico que descubrió su amor por la ciencia desde su juventud. Esta labor requirió grandes esfuerzos y estudios cuidados de modo que la clasificación fuese lo más exacta posible. 

Hoy en día, la sistematización de Dmitri Mendeléyev ha pasado por varias actualizaciones, pero sin dudas su trabajo facilitó en gran medida el estudio de las sustancias químicas al punto de que hoy en día se enseña el uso de este método desde los estudios en escuelas secundarias. 

Nikola Tesla 

Si bien es cierto que el nombre de Nikola Tesla no fue tan relevante en el campo científico durante el siglo pasado, hoy en día se le considera como un verdadero visionario que dejó enormes avances en el área de la electricidad  y otras fuerzas físicas que se emplean en nuestra vida cotidiana actualmente. 

La vida profesional de Tesla se caracterizó en parte gracias a la rivalidad que sostuvo con el empresario e inventor Thomas Alva Edison. Tesla sostenía con vehemencia el empleo de la corriente alterna en lugar de otros procesos de generación de energía, lo que llevó a tener serias y prolongadas disputas con Edison quien era defensor de la corriente continua.

Tesla tenía una habilidad mental impresionante y una capacidad de visualización poco antes vista. Aunque su sueño de revolucionar el campo de las telecomunicaciones a distancia por transmisiones inalámbricas fracasó durante su vida, en la actualidad forma parte de los procesos más elementales en nuestras sociedades.  

Lamentablemente, Tesla no pudo ni vislumbrar las contribuciones de sus trabajos al mundo: murió solo, en la ruina económica y sin un ápice de reconocimiento. Sus trabajos, sin embargo, trascendieron su vida y pudieron cambiar la calidad de vida de las sociedades modernas y aún hoy son objeto de estudio por parte de otros científicos.