Lanzarote nos cautiva con su paisaje volcánico y sus encantadores pueblos costeros, pero su atractivo subacuático, como los sitios para bucear, es igualmente impresionante. Entre estos destinos, el Museo Atlántico destaca de manera singular.

Este museo submarino, uno de los pocos existentes en el mundo, alberga cientos de esculturas inmersas a profundidades considerables. ¿Estás interesado en explorar esta maravilla oculta bajo el mar?

El proyecto del Museo Atlántico, uno de los pocos museos submarinos del mundo


El Museo Atlántico, inaugurado en 2016, se distingue como uno de los pocos museos submarinos en el mundo, compartiendo esta característica única con el museo submarino de Cancún en México. Este proyecto pionero no solo ha atraído la atención internacional por su innovadora propuesta de arte bajo el agua, sino que también ostentó el título del único museo de su tipo en Europa, hasta que el museo submarino de Marsella abrió sus puertas a finales de 2020.

El proyecto del Museo Atlántico busca transformar unas áreas submarinas antes poco variadas en vibrantes ecosistemas marinos. Antes de la introducción de las esculturas, la zona designada para el museo, que abarca unos 2.500 metros cuadrados, presentaba un lecho marino bastante uniforme y carente de la diversidad coralina que caracteriza a otros arrecifes. Este espacio, inicialmente monótono y con escasa vida marina, ha sido el lienzo sobre el que se ha creado un arrecife artificial de gran envergadura.

Las esculturas, fabricadas con hormigón de pH neutro, han sido diseñadas para integrarse armoniosamente en el entorno marino. Con el tiempo, estas estructuras se colonizan por algas y corales, convirtiéndose en el hogar de una amplia gama de especies marinas. Este proceso no solo embellece el lugar, sino que también contribuye significativamente a la biodiversidad y al desarrollo de un ecosistema marino saludable y autosuficiente.

Jason deCaires Taylor, el visionario detrás de este proyecto, tiene un doble propósito. Por un lado, desea despertar conciencia sobre la importancia de proteger nuestros océanos y la abundante vida que albergan. Por otro, busca reflexionar sobre la vulnerabilidad humana, colocando al hombre en un contexto donde su fragilidad frente a la inmensidad y poder del mar queda manifiestamente expuesta. A través de su arte sumergido, Taylor no solo ha creado un atractivo turístico único para buceadores de todo el mundo, sino que también ha proporcionado un potente mensaje sobre la interconexión entre el ser humano y el mar, recordándonos la necesidad urgente de actuar en pro de la conservación marina.

Jason deCaires Taylor: creador de obras subacuáticas

El Museo Atlántico es una creación del renombrado Jason deCaires Taylor, un artista británico cuyo talento trasciende el lienzo tradicional para sumergirse en el azul profundo del mar. Como escultor, activista por el medio ambiente y fotógrafo submarino de profesión, Taylor ha dejado su huella indeleble en el mundo del arte y la conservación marina a través de sus innovadoras instalaciones subacuáticas.

Su trayectoria incluye proyectos emblemáticos como el museo submarino de Cancún, inaugurado en 2009, que alberga más de 500 esculturas colaborativas que yacen en el lecho marino, ofreciendo un santuario para la vida marina y un poderoso comentario sobre nuestra interacción con los ecosistemas naturales. Además, en 2005, presentó “Rising Tide” en Londres, una instalación a lo largo del Támesis que sirve como un agudo recordatorio de los desafíos que enfrentamos debido al cambio climático, mostrando la fuerza del arte para influir en la conciencia ambiental.

El 2021 marcó la continuación de su legado con la apertura de un nuevo museo submarino cerca de la isla Sainte-Marguerite, en Cannes. Este proyecto consistió en la inmersión de seis retratos tridimensionales a una profundidad de 3 metros, creando un vínculo visual entre el arte, la humanidad y el mar. Cada obra de Taylor es más que una escultura; es un ecosistema en sí mismo, diseñado para promover el crecimiento del coral y albergar la vida marina, demostrando su compromiso no solo con el arte sino también con la preservación de nuestros océanos.

¿Cómo visitar el Museo Atlántico de Lanzarote?

El Museo Atlántico, una joya sumergida frente a las costas de Lanzarote, ofrece una experiencia única para los amantes del buceo y el mundo submarino. Este museo bajo el agua se puede explorar de tres maneras principales, cada una adaptada a diferentes niveles de experiencia y preferencias de aventura acuática.

Buceo: Esta es la forma más completa de experimentar el museo. Para sumergirse en las profundidades y recorrer las impresionantes esculturas, es necesario poseer una certificación de buceo válida, emitida por cualquier organización reconocida, como PADI, SSI, entre otras. Esta opción te permite apreciar de cerca las obras de arte, situadas entre 12 y 15 metros bajo el agua, en un entorno que combina la serenidad del océano con la majestuosidad del arte.

Si estás interesado de descubrirlo así, te recomendamos que optes por hacerlo de la mano de la Mojo Dive, centro de buceo referencia en Lanzarote para practicar submarinismo. Hallarás más información sobre el museo y sobre el centro de buceo en la web oficial de MojoDive.

Apnea o buceo libre: Ideal para aquellos que practican la apnea y desean utilizar sus habilidades para explorar el museo de una manera más personal y desafiante. Aunque esta modalidad no requiere de equipos de buceo con tanque, sí exige un buen control de la respiración y la capacidad de sumergirse a profundidades considerables.

Snorkel: Aunque es la opción menos inmersiva, debido a que las esculturas están situadas a profundidades que oscilan entre los 12 y 15 metros, el snorkel ofrece una visión general del museo desde la superficie. Sin embargo, es importante tener en cuenta que, dada la distancia del museo respecto a la costa y la profundidad a la que se encuentran las obras, los detalles de las esculturas pueden no apreciarse en su totalidad desde esta perspectiva.

El buceo en el Museo Atlántico es accesible para la mayoría de los buceadores, gracias a las condiciones favorables que suelen encontrarse en la zona, como la excelente visibilidad, la escasa corriente y la ubicación de las esculturas a menos de 20 metros de profundidad. A pesar de esto, es necesario acceder al museo en barco, dada su ubicación alejada de la orilla. Por ello volvemos a insistir en que confíes en el centro de buceo Mojo Dive.